DMT: la molécula de Dios.

Hace algún tiempo te desvelamos los misterios de la Ayahuasca. Una poción legendaria consumida desde tiempos ancestrales por chamanes y comunidades indígenas de Centroamérica y Sudamérica. En ese post, te contamos la historia de esta sustancia alucinógena, sus usos y la química orgánica que hay detrás. Hasta te dimos una receta. Sin embargo, nos dejamos una cosa en el tintero, y eso son sus efectos y las historias que cuenta la gente sobre el consumo recreativo del DMT. Así que hoy vamos a contarte algo más sobre ello. Nos centraremos un poco más en el DMT fumado en sí, y explicando las diferencias con la Ayahuasca.

El DMT y la ayahuasca: algunas diferencias.

La ayahuasca es generalmente ingerida en busca de un viaje largo y mas o menos tutelado. El consumo de DMT fumado está orientado a experiencias muy intensas y breves.  Habitualmente suponen experiencias alucinógenas de entre cinco y veinte minutos. Esto dependerá de las dosis, de la experiencia del consumidor y de sus resistencias naturales. Hay que recordar que la ayahuasca es una receta que combina esencialmente dos plantas. Solo una de ellas es la portadora del DMT o Dimetiltriptamina. La

dimetiltriptamina

la dimetiltriptamina, en una representación de Terence McKenna.

otra es la que inhibe a una enzima que disocia el DMT al llegar al estómago. Es precisamente por eso que se consume ayahuasca: es la única manera de tener esta experiencia alucinógena durante horas, si bien de manera un poco más suave.

¿Significa esto que la ayahuasca no se puede fumar? Pues no. De hecho, existen recetas de ayahuasca para fumar, que en algunos sitios se llaman fumahuasca, y que parece que se ha puesto de moda en Australia. Se obtiene el DMT de la acacia obtusifolia y otras plantas. Este tipo de Ayahuascas fumables se pueden encontrar en algunas tiendas especializadas en aquellos países donde su consumo es legal. Y en otros lugares se pueden encontrar las plantas secas o extractos que al final son los componentes básicos de la ayahuasca. No olvidemos de todas formas que el DMT se sintetizó en laboratorio por primera vez en los años treinta.

 

DMT como elevador de la consciencia.

actividad cerebral

actividad cerebral normal, y bajo los efectos de una sustancia alucinógena

Son cada vez más numerosos los estudios científicos que indican que el uso de esta sustancia varía dramáticamente la actividad cerebral mientras se está bajo sus efectos. Se llega a afirmar que se logra acceder a un estado superior de la consciencia, si bien luego matizan que esto no es necesariamente positivo, si no simplemente un hecho. Es interesante, no obstante, descubrir que esta sustancia se utiliza en ensayos médicos en pacientes con depresión, obteniendo resultados muy positivos. Parte de la comunidad médica está reclamando más estudios para poder llevar esta y otras sustancias alucinógenas al catálogo de fármacos por la multitud de posibilidades que ofrece.

 

 

DMT: viajes infinitos con asombrosas coincidencias.

Fumando con estilo

En estos tiempos donde todo es compartido en redes sociales es fácil encontrar testimonios de experiencias con DMT. Esto nos ha permitido descubrir que los millenial son muy conscientes de la existencia de esta sustancia. Es más: parece estar absolutamente de moda. Tanto es así, que diversas publicaciones orientadas a este sector de la población están centrando el foco en el DMT como sustancia de uso lúdico. Lo más habitual es encontrar referencias a “conciencias expandidas” y “realidades alternativas”. Es curioso que no hayamos encontrado referencias a una condición que padece, o disfruta, según se mire, menos del 1% de la población: la sinestesia.

La sinestesia, explicada de forma sencilla es una condición que hace que los estímulos sensitivos se perciban con más de un sentido simultáneamente.  Según la complejidad, incluso entrelazando tres sentidos para un solo estímulo. Hay personas que sienten que escuchar hablar les hace ver colores. Otros ven cosas que les provocan sensaciones gustativas en la boca. Para otros escuchar música supone una experiencia sonora, gustativa y táctil. Dado lo subjetivo de las experiencias que tienen las personas con sinestesia, es muy complicado para la ciencia enmarcar, medir y estudiar sus características. Pero curiosamente es una buena manera de describir lo que provoca el consumo de DMT.

Si el DMT se consume fumado, ¿cómo es la experiencia? Bueno, después de la primera calada generalmente no parece suceder nada. Después de la segunda, uno empieza a sentirse un tanto extraño, habitualmente siente el cuerpo pesado y con dificultad para seguir fumando. ¿Y después? Bueno, como diría uno de los más famosos investigadores del DMT, Terence McKenna: hay que dar una tercera para empezar la experiencia propiamente alucinógena en sí.

Cruzando al otro lado.

fractalesHay muchas coincidencias en los relatos de multitud de gente que ha consumido DMT. Parece ser que la tercera calada es la apertura de una puerta que lleva a una realidad alternativa. Lo que el sujeto ve empieza a distorsionarse. Las distancias y nuestra percepción de ellas comienzan a oscilar. Los colores empiezan a hacerse bastante intensos. Los contrastes y brillos a los que estamos acostumbrados comienzan a mutar de manera drástica. En nuestra experiencia podemos decir que tenemos la teoría de que posiblemente haya una dilatación de las pupilas brusca que hace que perdamos foco y definición. Pero hay un componente muy extraño, sentido como muy trascendente y real, que no tiene que ver con algo tan sencillo como la dilatación.

¿Y la cuarta calada (incluso quinta para algunos viajeros avezados)? Esto, para Terence McKenna y otros expertos en la materia, es cruzar esa puerta. Es entrar en un universo paralelo tan fascinante y marciano que es muy complicado de describir. Pero aquí también hay coincidencias en los relatos que hemos investigado. Desde autoridades en la materia como McKenna o la neurocientífica Michele Ross a personas anónimas o nuestra propia experiencia.fractales

Generalmente comienza como una explosión de color de esas transiciones visuales de las que hablábamos antes. Otras veces con la aparición de una figura geométrica en movimiento. Unos hablan de mandalas, otros de crisantemos, en nuestro caso parecían más bien fractales. Se empiezan a ver patrones de diseño dentro de esas figuras complejas (los famosos “patrones dentro de patrones”). Los sentidos comienzan a entrelazarse como se supone que pasa con la sinestesia. Nuestro caso fue escuchar música y ser capaces de visualizarla. Y a partir de aquí, cada persona describe algún tipo de historia completamente onírica de realidades que se fusionan con conceptos imposibles ya demasiado complejos de definir.

Toda esta experiencia tiene otro denominador común: la percepción completamente alterada del tiempo. A todo el mundo le parece una experiencia de horas, pero transcurre en tan solo unos minutos, con un regreso a la realidad paulatino y habitualmente tranquilo.

 

Volviendo a la realidad.

Así es el DMT, la molécula de Dios, como se la suele llamar. Hay muchísima información sobre ella, documentales y publicaciones. No dudes en leer sobre ella porque es un tema realmente fascinante. En cualquier caso, recuerda: desde Psycodelice no recomendamos el uso de ninguna sustancia. Simplemente informamos sobre temas que nos apasionan. Si quieres probar esta u otras sustancias consulta primero con tu médico y pídele consejo. Cada persona tiene resistencias distintas a cualquier tipo de sustancia, y hay personas cuyas características no son compatibles con el consumo de sustancias recreativas. Disfruta y se responsable.